miércoles, 5 de mayo de 2010

PRESOCRÁTICOS (EL ORIGEN)

Estamos en Grecia en el siglo VI a.c. allí surgió la filosofía gracias a las circunstancias especiales propias de la cultura griega que hicieron de ella el lugar propicio para la aparición y consolidación del pensamiento racional. El intercambio cultural que las distintas colonias griegas sostenían con otras civilizaciones, la no existencia de textos y dogmas sagrados y, en consecuencia, la apertura de la religión griega (Mythos) así como la disponibilidad, por parte de algunas personas, de tiempo libre para la indagación intelectual fueron algunas de las condiciones que hicieron posible la formación del pensamiento filosófico (Logos) en la antigua Grecia.

Los primeros pasos de la filosofía están a cargo de un grupo de pensadores que han sido llamados por la tradición histórica Presocráticos. Estos pensadores son los primeros en recurrir al pensamiento para tratar de explicar todo aquello que tenían a su alrededor. Antes de el4los el universo se explicaba por los designios del destino y la interacción entre dioses y hombres, es decir, todo aquello que daba a conocer el relato mítico. Son los Presocráticos quienes van a intentar por primera vez tomar distancia de la mitología para acercarse al pensamiento racional. Este es el comienzo de la filosofía.


LA PHYSIS Y EL ARJÉ

Dentro del pensamiento griego no existía el concepto de creación, tal como lo entiende el pensamiento Judeocristiano, que admite la formación de algo a partir de la nada. Para la mentalidad de los filósofos griegos esta idea es inconcebible; siempre tendrá que haber un algo, un PRINCIPIO ORIGINARIO o ARJÉ fundamentalmente material, a partir del cual aparecen o se generan las cosas que componen el mundo.

LOS PRIMEROS FILÓSOFOS: TALES DE MILETO

Fue fundador de la Escuela de Mileto, es considerado el Padre de la Filosofía. Además de filósofo se destacó como astrónomo, llegando a predecir con precisión el eclipse solar que tuvo lugar en 585 a.c. Es poco lo que sabemos del pensamiento filosófico de Tales. Su afirmación de que el agua es el arjé o principio de todas las cosas, a pesar de su simplicidad, constituye el punto de partida para una descripción estrictamente natural de la materia.

ANAXIMANDRO

Discípulo y continuador de Tales, es el primer filósofo a quien se atribuye un libro “Sobre la materia”. Preocupado como Tales por la esencia de la realidad física, Anaximandro aporta un avance sustancial al proponer que el arjé, o primer principio, no puede ser ningún elemento concreto como el agua, sino el apeiron, es decir, lo ilimitado o indeterminado. Se trata de algo material que por su carácter indefinido permite explicar mejor el hecho de que pueda convertirse en la pluralidad de cosas existentes.

ANAXÍMENES

El tercero de la saga de los filósofos de Mileto, Anaxímenes, se caracteriza por la vuelta a un arjé infinito pero concreto, alejándose así del planteamiento de su antecesor. Para Anaxímenes el Aire constituye el primer principio de todas las cosas. Su merito, sin embargo, consiste en haber precisado el proceso físico por el cual el aire se transforma en todas las cosas, y estas, a su vez se convierten en aire.

EL PROBLEMA DEL CAMBIO EN LA NATURALEZA: HERÁCLITO Y PARMÉNIDES


EL PLANTEAMIENTO DE HERÁCLITO: EL CAMBIO

Heráclito acepta la validez de los sentidos como punto de partida, pero afirma que la verdadera realidad sólo se observa por la razón. Para él todo en la naturaleza está en movimiento, todo es “devenir”, todo es continuo fluir: “todo fluye” como un río.
Así, la naturaleza se muestra a la razón como unidad de contrarios (seco-húmedo, frió-caliente, etc.), una unidad en la que los contrarios están siempre presentes unos en otros

EL PLANTEAMIENTO DE PARMÉNIDES: LA IDENTIDAD

Frente a la postura de Heráclito que acepta inicialmente el testimonio de los sentidos, Parménides, autor de un poema sobre la naturaleza, proclama que la razón es el único camino para conocer la autentica realidad. Lo que propone este filósofo es que lo verdaderamente existente, más allá de lo que captamos por los sentidos, es el SER. El camino seguido es el de mantenerse dentro del rigor de la lógica a partir del principio de identidad: lo que es, es, lo que no es, ni siquiera puede ser pensado.

LA MATEMATIZACIÓN DE LA NATURALEZA: LOS PITAGÓRICOS

Pitágoras de Samos propuso en el siglo VI a.c. un modelo de interpretación de la naturaleza que ha tenido también una influencia decisiva en la cultura occidental. Para sus seguidores, conocidos como pitagóricos, lo que permite acceder al conocimiento de la naturaleza es la razón, pero entendida ésta de una forma particular, en cuanto razón matemática. Según la concepción de los pitagóricos, los números no eran puras abstracciones o meros signos, sino que tenían entidad material, lo que les llevaba a identificarlos con los elementos geométricos.

LOS FILÓSOFOS PLURALISTAS: EMPÉDOCLES, ANAXÁGORAS Y DEMÓCRITO

EMPÉDOCLES

Procedente de las colonias griegas de la Magna Grecia, Empédocles afirma que existen cuatro elementos o raíces de todas las cosas: agua, aire, fuego y tierra. Se hallan aquí presentes el arjé de Tales, Anaxímenes y Heráclito a los que Empédocles añade la tierra. Cada una de estas raíces, que constituye la esencia última de la realidad, es eterna e imperecedera, según las exigencias que Parménides hacia al ser. La multiplicidad puede explicarse por la acción conjunta de dos fuerzas cósmicas de signo contrario, Amor y Odio, sobre estos cuatro elementos. El amor une a los elementos distintos y el amor los separa.

ANAXÁGORAS

Nacido en Jonia como los Milesios, Anaxágoras fue el primer filósofo que se estableció en Atenas, contando entre sus discípulos con el propio Pericles.

Para tratar de conciliar las tesis de Parménides sobre el ser, con la evidencia de los sentidos que nos muestran un mundo en continuo cambio, Anaxágoras propone una teoría según la cual todo procede de la mezcla de innumerables elementos a los que denomina semillas (en griego spermata). Estas infinitas semillas son a su vez infinitamente divisibles y cualitativamente diferentes. Es decir, existen semillas de todas las cosas, y en todas las cosas hay semillas de todas clases. De este modo, como “todo está en todo”, se puede explicar el hecho de que cualquier cosa puede llegar a ser otra distinta. Con todo la aportación más esencial de Anaxágoras a la filosofía es la introducción del Nous, una especie de inteligencia ordenadora, externa a la materia, que pone en movimiento a las partículas seminales y produce las distintas mezclas y divisiones que dan lugar a todos los seres.

LOS ATOMISTAS: LEUCIPO Y DEMÓCRITO

Los llamados atomistas, en particular Leucipo y Demócrito, firman la existencia de partículas indivisibles (átomos), cualitativamente idénticas, pero cuantitativamente distintas que por agrupación darían lugar a los diversos cuerpos.

Como sostiene Demócrito, los átomos se desplazan azarosamente en el vacío y en él se encuentran espontáneamente y se combinan porque, en razón de la variedad de aspectos que presentan, se agregan entre sí y, de este modo, constituyen los diversos seres. Nótese que en el planteamiento atomista no aparece ningún tipo de fuerza o inteligencia que actúe como agente ordenador del cambio. Bastan tres elementos: átomos, espacio vacío y movimiento para explicar la complejidad del universo.